miércoles, 3 de diciembre de 2014


Corruptissima re publica plurimae leges

Tacitus

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Según la ONG Transparencia Internacional (TI), España sigue estando en un punto crítico en materia de corrupción y ocupa el puesto 37 (de 175) en el índice de corrupción, por detrás de Portugal o Polonia, aunque ha avanzado 3 puestos con respecto al último estudio que realizo la organización.
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Hoy los Jueces Decanos se han presentado en Valencia para reclamar que se lleven a cabo una serie de medidas que sean capaces de afrontar los casos de corrupción que, podríamos decir, afloran como setas y, además, reformar algunos ámbitos para “complicar” a aquellos que quieran o puedan realizar actos ilícitos.
En el documento que han presentado, “Reflexiones para la reforma del proceso penal y la lucha contra la corrupción”, proponen un gran número de reformas como, por ejemplo, que se amplié el plazo de prescripción de estos delitos, puesto que “se han multiplicado en los últimos años”. Proponen que se endurezcan las penas de los delitos ya previstos y se regulen otras conductas como delictivas, como el enriquecimiento injustificado de cargos públicos durante su mandato. También piden que se incremente el número de jueces para alcanzar la media europea y aumentar la partida presupuestaria que se destina a la justicia.
También han manifestado su disconformidad con la vigencia de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, promulgada en el siglo XIX, pero que se ha ido “parcheando” poco a poco desde su aprobación. Así, reclaman que se regule de forma clara todas las diligencias de investigación relacionadas con las nuevas tecnológicas, como las intervenciones telefónicas.
Pero, ¿realmente hay ahora más corrupción que hace unos años?
Según el documento que ha publicado IT, “España no tiene corrupción sistemática sino múltiples escándalos de corrupción política en los niveles superiores de los partidos y en los gobiernos locales y autonómicos”.
En cambio, debido a la crisis, tanto los medios de comunicación como la sociedad, están más atentos ante los casos de corrupción y se ha generado en la ciudadanía un estado general de indignación y un alto nivel de alarma social. Es decir, la corrupción en España no es nada nuevo, solo que hasta la crisis se ignoraba y se veía como algo más “normal”.
A pesar de ello, nos vemos desbordados con los “nuevos” casos, por lo que me parece especialmente interesante este gráfico que ha realizado El Mundo, sobre las 83 grandes tramas en el país, para poder saber cuántos imputados hay, a qué partido pertenecen y cuantos finalmente han ingresado en prisión.

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